18. CARNAVALES (Febrero 2009)



Una de las grandes fiestas de la historia gastronómica española, y cristiana en general, fue durante siglos el Carnaval, una tradición pagana de desenfreno y orgías que el Clero consentía a regañadientes, pero que los gobernantes usaban como válvula de escape para una sociedad que salía de los rigores y penurias del invierno y tenía que desahogarse un poco antes de sufrir las abstinencias pascuales de Cuaresma y Semana Santa.

Las matanzas habían terminado y, contando con que hasta dos meses después, los fieros vigilantes de nuestras frágiles almas velarían por evitar que pecásemos comiendo esas golosinas, durante esa semana se descolgaban de los secaderos todo tipo de salazones y embutidos para despedirse de la buena mesa.

Hoy ya nada de esto tiene sentido, porque ya no son los curas ni la Cuaresma quién nos prohíbe comer esos lacones y filloas, sino el endocrino que vigila nuestro colesterol, de ahí que se hayan perdido casi todas las costumbres culinarias carnavaleras.

Pero quizás sean Asturias y Galicia las únicas regiones que mantienen y promocionan sus costumbres ancestrales de esta época, por eso se mantienen vivas las tradiciones culinarias del carnaval.

Aquí os dejamos con otra de nuestras costumbres, los disfraces y mascaritas de nuestro colegio:

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